FreedomOS Ed.46

Escúchalo en audio aquí

Tiempo de lectura: 3 minutos

El otro día abrí LinkedIn y vi esto:

“¡Hoy te comparto 5 tips para mejorar tu productividad!”

“Aquí van 3 claves para un perfil ganador.”

“Los 7 errores que cometes al emprender (seguro haces el 4).”

Cerré la app.

Y abrí una cerveza.

No porque odie los tips.

Sino porque tu cliente ya tiene una carpeta llena de ellos.

Tu post número 28 con “claves” no va a mover a nadie.

(Lo siento. Alguien tenía que decirlo.)

El problema no es que tu contenido no ayude.

Es que no provoca nada.

Ni una ceja levantada.

Ni una duda.

Ni un “me está hablando a mí”.

¿Quieres que te compren?

No enseñes todo.

Abre una herida (con cariño).

Haz que digan:

“Esto es exactamente lo que me pasa.”

“Carajo, ¿cómo supo que soy yo?”

“Necesito resolver esto YA.”

Eso no siempre lo logras con listas.

Lo logras mostrando que entiendes la cabeza del cliente.

No con “cómo hacer esto”.

Sino con:

“¿Por qué sigues sin hacerlo?”

Tu contenido no tiene que ser útil —por así llamarlo—

Tiene que ser claro, clarísimo.

Como ese amigo que no da vueltas y te dice:

“Oye… ya deja de autosabotearte.”

Eso, vende.

Y si quieres empezar a escribir así:

→ Tengo esto para ti que inicia el 1 de mayo y no necesitas otra cosa más que ir aquí.

Bernardo

Plan de Acción:

1. Deja de dar tantos tips. Empieza a dar claridad.

2. Reescribe tu próximo post empezando con una verdad incómoda.

3. Piensa en un cliente. Escribe como si le hablaras solo a esa persona.

4. Deja una pregunta abierta. Algo que duela.

5. Revisa si tu post genera conversaciones o solo “me gusta”.

Reflexión de la semana

Recuerda ingresar aquí a la comunidad FreedomOS y ahí también podrás unirte al grupo de WhatsApp. Esto es gratis y ya comenzamos las sesiones mensuales para compartir valor.

📧 Si quieres ver ediciones anteriores de esta Newsletter ve aquí